El agente encargado de esta acción es la Industria Mexicana de Coca-Cola (IMCC), la cual tiene muy en claro que los agricultores y campesinos de ese país son pilares importantes para la economía. Lo que hace esta Industria es mostrarle a los ciudadanos del común que las futras y verduras que se consumen y se compran en la cercanía de sus viviendas son gracias a una cadena humana de actividades: cultivar, procesar distribuir y comercializar. Especialmente a las personas que cultivan con amor y sacrificio para que estos alimentos lleguen a millones de personas.

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IMCC sabe que la pandemia por COVID-19 es un fuerte golpe para aquellas personas que dependen de las actividades rurales y agropecuarias. Por esta razón, paralelo a sus objetivos de desarrollo de la economía presentan una cadena las cadenas productivas que favorecen a los pequeños productores. Actualmente la empresa invierte 18,500 millones de pesos en la adquisición de productos locales. Esto es un 25% más que en 2018. Además, de la mano de instituciones gubernamentales y privadas, IMCC ha integrado prácticas de agricultura sustentable; contribuyendo a mantener más de 100 mil empleos indirectos en el sector.

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CONCLUSIÓN

Las personas deben familiarizarse con este tema porque como lo he venido comentado en mis anteriores apartados las empresas están obligadas moralmente a beneficiar a la comunidad a la que pertenecen, en este caso el país y a cada uno de los habitantes creando estrategias que hagan crecer al país en cualquier ámbito.

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APRECIACIÓN PERSONAL

Como Colombiano invito a los directivos de empresas, a los gobernantes y a los diferentes individuos encargados con el desarrollo sostenible del país a tomar este tipo de iniciativas que favorezcan, desde el campesino que cultiva, hasta el comprador final que consume, para que haya unión en el país y simultáneamente crecimiento económico político y cultural.

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PALABRAS CLAVE:

desarrollo sostenible, cadena de actividades, agricultura, campo rural, crecimiento económico.